Siempre que se presenta fiebre en una persona, existe preocupación, pues se entiende, que hay una causa para la misma, sin embargo, la mayoría de las veces las razones son enfermedades virales o bacterianas pasajeras, que desaparecen a los pocos días. Aun así, siempre que se presente una elevación en la temperatura corporal, lo mejor es acudir con un médico que pueda determinar su origen y tratamiento.
El tratamiento para la fiebre puede depender tanto de la enfermedad, como de las características del paciente.
- Recién nacidos a 6 meses
La temperatura alta en bebés, siempre se debe vigilar muy de cerca y dejar la situación en manos de especialistas, ya que ellos son los únicos que pueden determinar el tratamiento adecuado según el paciente y los síntomas que pueda llegar a presentar.
- 6 meses a 2 años
En esta etapa se considera que la fiebre aún debe ser vigilada muy de cerca por los padres y el médico familiar o pediatra, ya que los pequeños todavía no saben cómo expresar por completo sus síntomas o malestares. Es muy importante que si el médico receta algún tipo de medicina para bajar la temperatura, se tenga extremo cuidado con no exceder la dosis indicada, así como estar al pendiente de cualquier tipo de reacción alérgica.
- Niños y adolescentes
Los niños y jóvenes se encuentran en edades en las que entienden mejor su organismo y los cambios que presenta, saben cuándo se sienten mal y pueden comunicarlo a sus familiares. En esta etapa, la fiebre puede controlarse también por medios físicos, pues recordemos que se trata de un mecanismo de defensa del organismo. De igual manera, se recomienda beber suficiente agua para evitar la deshidratación y guardar reposo durante la recuperación. Sin embargo, si la fiebre causa además otras molestias y especialmente un niño pequeño se encuentra muy decaído o irritable, lo mejor es consultar con un médico.
- Adultos
De igual manera se recomienda el reposo y beber líquidos suficientes.
Es importante entender, que la fiebre no siempre requiere de medicación, por lo que tomarla sin receta no es lo más recomendable, especialmente tratándose de bebés y niños pequeños. Cuando la fiebre viene acompañada de otros síntomas o ha durado más de lo usual incluso con tratamiento, es indispensable acudir nuevamente con el médico.
El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.
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