La hemofilia, es una condición en la que la sangre de una persona, no coagula de manera normal como lo haría en individuos sanos. Esto quiere decir, que cualquier herida, por pequeña que sea, debe ser vigilada con atención, ya que tarda mucho más tiempo en sanar, inclusive, en lesiones graves, este tipo de sangrados pueden llegar a poner en peligro la vida de quienes padecen hemofilia.

Por lo regular, la hemofilia se desarrolla por cuestiones de genética, por lo que no hay manera de evitar desarrollar esta enfermedad, sin embargo, no todos los casos se presentan de forma grave. Aun así, es importante conocer los síntomas de esta condición, para saber cuándo buscar atención médica.

Síntomas

  • Moretones

La mayoría de las personas, han padecido moretones en algún momento de su vida, mismos que aparecen después de un antecedente de golpe o accidente, sin embargo, en personas con hemofilia, dicho moretones pueden aparecer con facilidad, inclusive con golpes leves o que pasan desapercibidos.

  • Sangrado

Esta es la señal más común de la hemofilia, y puede llegar a presentarse en diferentes partes del cuerpo, tanto de manera externa como interna. Este sangrado puede ser grave y llega a presentarse por diferentes razones.

Cuando una persona que padece hemofilia empieza a sangrar, sin importar cuál sea la razón, es importante conseguir atención médica inmediata para evitar complicaciones o que el sangrado atente contra su vida, especialmente si no se detiene.

Existen diferentes tipos de tratamientos para esta condición, sin embargo, sólo un médico especialista, basándose en la situación de cada paciente y sus antecedentes, podrá determinar cuál es el más adecuado.

La información aquí plasmada, es meramente informativa, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

 

 

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