virus

Sobre todo en época de frío es cuando las enfermedades de las vías respiratorias se hacen presentes, la amigdalitis es una de ellas, sin embargo, hay algunas acciones que podemos llevar a cabo para reducir las probabilidades de enfermar, no solo de amigdalitis, sino de muchas otras afecciones respiratorias.

• Lavado de manos

Lavarse las manos frecuentemente, especialmente en momentos claves como antes de comer, después de ir al baño, antes de preparar los alimentos, al llegar de la calle o haber tocado dinero son algunos de ellos. Esto puede ayudar en gran medida a prevenir que bacterias y virus ingresen en nuestro organismo.

• Cambiar el cepillo dental

Una vez que enfermamos, es muy probable que nuestro cepillo de dientes se encuentre contaminado, por lo que resulta el mejor momento para reemplazarlo.

• No compartir alimentos ni utensilios

Muchas personas acostumbran compartir todo tipo de alimentos, así como utensilios y vasos, pero lo cierto es que si queremos prevenir este tipo de enfermedades, lo más recomendable es evitar estas acciones.

• Estornudar y toser correctamente

La forma más común y segura de contagio es de persona a personas, por ello, es muy importante que al estornudar o toser, ya sea que estemos enfermos o no, lo hagamos en el interior del codo para evitar esparcir virus o bacterias al aire o donde podrían encontrarse otros individuos.

Hoy más que nunca es tiempo de cuidarse, pues la situación de salud actual que estamos viviendo aún es precaria. Todas estas medidas son sencillas de llevar a cabo y de esta manera podemos cuidar mejor de nuestra salud.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Cuando hablamos de salud, sabemos que la alimentación juega un papel muy importante, ya que lo que consumimos con regularidad puede tener un efecto positivo o negativo en nuestro organismo dependiendo de qué se trate. En relación a este tema, sabemos que las frutas y verduras son las que nos aportan mayor cantidad de vitaminas y nutrientes, por lo que no deben faltar en nuestra dieta.

En esta ocasión, hablaremos de los beneficios del melón, una fruta que no solamente es deliciosa, sino que ofrece grandes favores a nuestra salud, de los cuales hablaremos a continuación.

• Rico en vitaminas

Las vitaminas que sobresalen en esta fruta es la E, que cuenta con poder antioxidantes que ayuda a prevenir diferentes enfermedades y afecciones. También la vitamina A, que contribuye a mantener la piel hidratada. De igual manera contiene vitamina C y aquellas pertenecientes al grupo B.

• Buena para la salud de los riñones

El consumo regular de melón es bueno para la salud de los riñones, ya que ayuda a prevenir diferentes enfermedades y padecimientos que pueden dañarlos, por ejemplo, la hipertensión.

• Contiene fibra

Esta fruta también contiene fibra, por lo que su consumo contribuye a prevenir el estreñimiento, y con esto otras afecciones que pueden perjudicar la salud del sistema digestivo.

• Rico en minerales

Esta fruta es rica en minerales, mismos que contribuyen a la prevención de diferentes padecimientos y enfermedades, además de los beneficios que cada uno de ellos representa para la salud, entre los más importantes se encuentra: potasio, magnesio, fósforo, calcio y zinc.

• Bueno para el sistema inmunológico

Como muchas otras frutas y verduras, el consumo de melón contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune, lo que ayuda al organismo a estar preparado para defendernos de diferentes enfermedades ocasionadas por virus o bacterias.

Tal y como podemos ver, es conveniente incluir melón en nuestra dieta regular, ya que tiene múltiples propiedades y beneficios que ofrecer a nuestra salud.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Las bacterias en general, son capaces de ocasionar un sinfín de enfermedades, mismas que pueden actuar de diferente manera en cada organismo. En esta ocasión, hablaremos de algunos de los síntomas más comunes que se presentan a consecuencia de estos agentes infecciosos.

• Fiebre

Esta es posiblemente la señal más específica de que una infección bacteriana está atacando al organismo, sin embargo, no debemos olvidar que muchas enfermedades de origen  viral también pueden cursar con fiebre, por eso siempre es importante acudir al médico, quien puede determinar la naturaleza de la infección.

• Dolor de cabeza

De igual manera, es normal que ante la presencia de una enfermedad bacteriana las personas experimenten fuertes cefaleas.

• Malestar general

Como en cualquier enfermedad, puede existir un malestar generalizado, lo que quiere decir que la persona no se encuentra bien, está decaída y sin ánimo de llevar a cabo sus actividades de costumbre.

• Diarrea

La diarrea puede ser otro síntoma de enfermedad bacteriana.

• Dolor estomacal

Cuando la bacteria se encuentra alojada en el aparato digestivo, además de otros síntomas, la enfermedad puede cursar con malestar estomacal.

En general, estos síntomas nos hablan de bacterias comunes o frecuentes con las que normalmente el organismo está acostumbrado a tratar, y por lo tanto, es capaz de combatirlas con el tratamiento médico adecuado y el paso de los días. Sin embargo, se debe tener en cuenta, que existen bacterias más agresivas que son capaces de dañar partes indispensables de nuestro organismo como la sangre, el cerebro, u otros órganos vitales. Es por eso que cuando los síntomas no responden al tratamiento, es esencial volver a acudir al médico para informar de la situación y con el objetivo de llevar a cabo una investigación a fondo sobre el estado de salud de la persona.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Como muchas otras enfermedades, la rubéola es ocasionada por un virus que puede adquirirse de persona a persona o inclusive por medio del aire que respiramos. Aunque en la actualidad existe una vacuna para prevenir esta afección, es importante conocer los síntomas asociados a la rubéola.

• Malestar general

Al igual que sucede con otras enfermedades y padecimientos, es normal sentir un malestar general, esto quiere decir que la persona se siente enferma y sin deseos de llevar a cabo sus actividades de manera normal.

• Fiebre

Una de las señales características de la rubéola es la fiebre, que en algunos casos puede llegar a ser moderada o más alta. Recordemos que la fiebre por sí sola también trae consigo otros malestares como dolor de piernas y escalofríos.

• Dolor de cabeza

La cefalea es otra señal de esta enfermedad.

• Congestión

También se pueden experimentar síntomas parecidos a los de la gripe como la congestión nasal.

• Erupción

Quizás este sea uno de los síntomas más conocidos de la enfermedad, una erupción que puede estar diseminada por diferentes partes del cuerpo.

• Ganglios inflamados

Como respuesta del sistema inmune, en algunos casos se puede presentar agrandamientos de los ganglios linfáticos.

Es importante tener en cuenta, que para algunas personas la rubéola puede pasar de manera asintomática o muy leve, pues recordemos que cada organismo responde de manera distinta a las enfermedades.

Aunque se trata de una afección que no se considera grave, es importante saber que existe una vacuna que ayuda a prevenir la rubéola.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Hoy más que nunca resulta esencial cuidar la salud, no solo porque en muchos sitios los servicios médicos se encuentran colapsados, sino también, porque incluso enfermedades comunes pueden llegar a complicarse si no se toman las medidas necesarias.

La neumonía es una enfermedad que afecta los pulmones y puede ocasionar síntomas como fiebre, tos, y problemas para respirar con normalidad. Sin embargo, existen acciones que pueden llevarse a cabo para reducir las probabilidades de desarrollar neumonía, de las cuales hablaremos a continuación.

• Lavarse las manos

Como ya sabemos, el lavado frecuente de manos puede ayudarnos a prevenir múltiples enfermedades. Nuestras manos se encuentran en constante contacto con cosas y personas, y por lo tanto, pueden tener virus, bacterias y gérmenes, si nos tocamos la cara o la boca y no están limpias, existen muchas probabilidades de que estos agentes ingresen en nuestro organismo y nos enfermen. Lo ideal es lavarse las manos de manera frecuente, especialmente al regresar de la calle, estar en contacto con suciedad o animales, después de ir y al baño, y por supuesto, antes de comer.

• Estornudar y toser con seguridad

Cuando tosemos o estornudamos, nuestro cuerpo puede ser capaz de lanzar al aire cientos de bacterias que a su vez podrían enfermar a las personas que se encuentren alrededor, por ello, es importante estornudar y toser en el interior del codo para evitar la transmisión de enfermedades.

• Alimentación saludable

Una alimentación sana y equilibrada siempre nos ayudará a que nuestra salud sea óptima, y por lo tanto a reducir las probabilidades de enfermar. Recordemos que en las frutas y verduras, se encuentran muchas de las vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita para funcionar adecuadamente.

• Desinfección

Para ser aún más cuidadosos y prevenir la neumonía y otras enfermedades, podemos desinfectar las áreas del hogar y el trabajo que tocamos con mayor frecuencia, por ejemplo, aparatos electrónicos, dispositivos tecnológicos, manijas, apagadores, controles, juguetes, superficies, entre otras cosas. Esto ayudará a evitar que gérmenes, virus y bacterias se alojen en estos lugares.

• Evitar los cambios de temperatura

Aunque el frío no enferma por sí solo a las personas si puede hacernos más vulnerables, por ello, es esencial abrigarse bien en esta época de frío y evitar los cambios bruscos de temperatura.

Siguiendo estas recomendaciones, podemos cuidarnos y prevenir enfermedades graves.

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Aún en la actualidad, la varicela es una enfermedad bastante común, especialmente en niños que se encuentran en edad escolar. A pesar de esto, es normal que cuando una madre o padre se enfrentan por primera vez al hecho de que sus hijos desarrollen este virus, surjan dudas al respecto, y es precisamente el tema que nos ocupará en este artículo.

1. ¿Cómo se contagia la varicela?

Como lo comentamos al inicio, normalmente esta enfermedad se contagia en las guarderías y escuelas, o bien, entre hermanos, primos, amigos o familiares cercanos, lo que quiere decir que se requiere de contacto directo en donde las vías respiratorias se vean involucradas.

2. ¿En qué época del año se presenta con mayor frecuencia?

Desde la primavera y hasta el otoño es cuando se presentan más casos de varicela, aunque también puede ocurrir en el verano.

3. ¿La varicela puede presentar complicaciones?

Aunque si existen complicaciones relacionadas con esta enfermedad, normalmente los niños sanos pasan este virus sin mayores problemas ni consecuencias, más que las ocasionadas por la propia enfermedad como la fiebre, comezón, granitos, cansancio, entre otros, sin embargo, no está de más mencionar las posibles complicaciones que pueden llegar a desarrollarse en algunos casos: neumonía, infecciones bacterianas, deshidratación, inflamación del cerebro, entre otros.

4. ¿Se requiere medicación para tratar la varicela?

Al ser provocada por un virus, la varicela no responde a antibióticos u otros medicamentos, normalmente el médico puede recetar algunos fármacos o pomadas para calmar las molestias y que el pequeño se sienta lo más cómodo posible. Recordemos que cualquier medicina debe ser siempre indicada por un médico o especialista.

5. ¿Cuánto tiempo dura la enfermedad?

El tiempo puede variar en cada persona, pero el período normal abarca entre ocho y quince días.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud es imprescindible buscar atención médica profesional.