fiebre

Aunque la extirpación del apéndice es considerada una cirugía sencilla y común, la realidad es que sigue siendo un procedimiento quirúrgico realizado en un quirófano, situación por la que la mayoría preferiría no pasar.

Lo cierto es que casi siempre, esta afección toma a las personas por sorpresa y las deja sin más alternativa que una operación que solucione el problema. Si bien en algunos casos la apendicitis puede ser inminente, también es real que existen algunas acciones y cambios que pueden llevarse a cabo para prevenir las probabilidades de desarrollar esta enfermedad.

• Alimentación saludable

Mantener una alimentación saludable y equilibrada, puede ayudar a prevenir no solo apendicitis, sino muchos otros problemas del aparato digestivo y padecimientos como la obesidad.

• Evitar el estrés

El estrés constante también puede ser dañino para la salud, ya que es causante de muchos males y enfermedades, inclusive puede llegar a intervenir con la calidad de vida de las personas, lo mejor es aprender a tomarse las cosas con calma, recordemos que siempre habrá pendientes y cosas por hacer.

• Dormir bien

Cuando dormimos nuestro cuerpo se regenera y recupera del cansancio de las actividades que se llevaron a cabo en el día. Un buen descanso es esencial para prevenir diferentes tipos de enfermedades y por supuesto, para rendir en el día a día.

Aunque siempre será mejor prevenir que curar, no siempre es posible, por eso, es importante tener en cuenta los síntomas de esta afección que es considerada una emergencia médica con el fin de evitar complicaciones en los pacientes. Los síntomas más comunes de apendicitis son: dolor en la parte inferior derecha del estómago, es importante tener en cuenta que este dolor puede empezar cerca del ombligo, fiebre, vómitos, náuseas, malestar general, entre otros.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Hoy en día  el contar con un termómetro se ha convertido en algo indispensable, y si bien ya antes era importante mantener uno en óptimas condiciones en el botiquín de la casa y el trabajo, hoy más que nunca resulta indispensable por la situación de salud actual que estamos viviendo y que parece continuar.

Es por eso que en esta ocasión, hablaremos sobre las ventajas de contar con un termómetro.

• Conocer la temperatura

Por supuesto, la razón y ventaja principal de tener siempre un termómetro a la mano es la de conocer nuestra temperatura corporal, sin embargo, esto no quiere decir que debamos estar tomándola constantemente, sino únicamente cuando se considere necesario, es decir, si la persona se encuentra mal o parece estar mostrando síntomas de fiebre. En ese momento se puede hacer uso del termómetro. Los termómetros de la actualidad, tienen la capacidad de mostrar las cifras de temperatura inclusive en segundos.

• Ahorra tiempo

Anteriormente, cuando las personas no podían contar con termómetros en la comodidad de su hogar, debían recurrir directamente al hospital o al consultorio más cercano para conocer la causa de sus síntomas. Muchas veces la fiebre no es una señal grave sino la respuesta inmune de nuestro organismo defendiéndose de algún virus o bacteria. Hoy en día, podemos llegar al consultorio de nuestro doctor y decirle con certeza que estamos teniendo fiebre y que tan alta es.

• Accesibles

Como se menciona en el punto anterior, hace muchos años no todas las personas podían tener la facilidad de contar con un termómetro en sus casas, y cuando estos estuvieron a la venta, muchos de ellos eran incosteables, y por lo tanto, las personas no podían permitirse tener uno. Ahora, conseguir un termómetro se ha vuelto más sencillo y pueden encontrarse en una amplia variedad.

Como podemos ver, el termómetro es un artículo esencial, ya no solamente en los consultorios médicos y hospitales, sino también en los lugares en los que nos encontramos la mayor parte del tiempo.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Las bacterias en general, son capaces de ocasionar un sinfín de enfermedades, mismas que pueden actuar de diferente manera en cada organismo. En esta ocasión, hablaremos de algunos de los síntomas más comunes que se presentan a consecuencia de estos agentes infecciosos.

• Fiebre

Esta es posiblemente la señal más específica de que una infección bacteriana está atacando al organismo, sin embargo, no debemos olvidar que muchas enfermedades de origen  viral también pueden cursar con fiebre, por eso siempre es importante acudir al médico, quien puede determinar la naturaleza de la infección.

• Dolor de cabeza

De igual manera, es normal que ante la presencia de una enfermedad bacteriana las personas experimenten fuertes cefaleas.

• Malestar general

Como en cualquier enfermedad, puede existir un malestar generalizado, lo que quiere decir que la persona no se encuentra bien, está decaída y sin ánimo de llevar a cabo sus actividades de costumbre.

• Diarrea

La diarrea puede ser otro síntoma de enfermedad bacteriana.

• Dolor estomacal

Cuando la bacteria se encuentra alojada en el aparato digestivo, además de otros síntomas, la enfermedad puede cursar con malestar estomacal.

En general, estos síntomas nos hablan de bacterias comunes o frecuentes con las que normalmente el organismo está acostumbrado a tratar, y por lo tanto, es capaz de combatirlas con el tratamiento médico adecuado y el paso de los días. Sin embargo, se debe tener en cuenta, que existen bacterias más agresivas que son capaces de dañar partes indispensables de nuestro organismo como la sangre, el cerebro, u otros órganos vitales. Es por eso que cuando los síntomas no responden al tratamiento, es esencial volver a acudir al médico para informar de la situación y con el objetivo de llevar a cabo una investigación a fondo sobre el estado de salud de la persona.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

Como muchas otras enfermedades, la rubéola es ocasionada por un virus que puede adquirirse de persona a persona o inclusive por medio del aire que respiramos. Aunque en la actualidad existe una vacuna para prevenir esta afección, es importante conocer los síntomas asociados a la rubéola.

• Malestar general

Al igual que sucede con otras enfermedades y padecimientos, es normal sentir un malestar general, esto quiere decir que la persona se siente enferma y sin deseos de llevar a cabo sus actividades de manera normal.

• Fiebre

Una de las señales características de la rubéola es la fiebre, que en algunos casos puede llegar a ser moderada o más alta. Recordemos que la fiebre por sí sola también trae consigo otros malestares como dolor de piernas y escalofríos.

• Dolor de cabeza

La cefalea es otra señal de esta enfermedad.

• Congestión

También se pueden experimentar síntomas parecidos a los de la gripe como la congestión nasal.

• Erupción

Quizás este sea uno de los síntomas más conocidos de la enfermedad, una erupción que puede estar diseminada por diferentes partes del cuerpo.

• Ganglios inflamados

Como respuesta del sistema inmune, en algunos casos se puede presentar agrandamientos de los ganglios linfáticos.

Es importante tener en cuenta, que para algunas personas la rubéola puede pasar de manera asintomática o muy leve, pues recordemos que cada organismo responde de manera distinta a las enfermedades.

Aunque se trata de una afección que no se considera grave, es importante saber que existe una vacuna que ayuda a prevenir la rubéola.

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Sabemos que la fiebre se hace presente en diversas enfermedades en donde virus o bacterias están relacionados. La fiebre es una reacción natural del organismo, específicamente del sistema inmune que empieza a defenderse contra dichos agentes extraños, por lo que de alguna manera, quiere decir que nuestro organismo funciona adecuadamente.

Sin embargo, existen algunos síntomas que junto con la temperatura alta pueden indicar que algo no es normal, en estos casos, lo mejor es buscar atención médica inmediata aunque la persona ya cuente con tratamiento médico de una visita previa.

Síntomas de alarma

• Fiebre persistente

Una fiebre que no baja después de varios días y a pesar de existir un tratamiento, es siempre signo de sospecha y no hay que dudar para acudir al médico nuevamente.

• Fiebre muy alta

Cuando la temperatura se encuentra por encima de los niveles normales, es importante tomarla en diferentes momentos del día para asegurarse de que está bajando por sí sola o con algún tratamiento indicado por un especialista. Si la fiebre persiste y es igual  a 40° o más, resulta indispensable buscar atención profesional.

• Cansancio extremo

A pesar de que la temperatura ocasiona malestar general y las personas suelen estar débiles y cansadas, se debe prestar atención a que se encuentren bien en todo momento. Un signo importante al que hay que estar alerta es que la persona enferma pueda despertar con facilidad o como lo hace de costumbre. Este síntoma se debe tener en cuenta aún si la temperatura ha vuelto a la normalidad.

• No querer líquidos

La fiebre suele deshidratar el organismo, por ello, es importante tomar suficientes líquidos durante la enfermedad, pero si la persona se rehúsa a hacerlo, lo mejor será buscar atención médica.

• Problemas para respirar

Muchas veces la fiebre se encuentra relacionada con afecciones respiratorias que normalmente suelen mejorar con el paso de los días con el tratamiento médico adecuado, pero si el paciente empieza a experimentar dificultad respiratoria, no hay que perder tiempo para acudir al servicio de urgencias de algún hospital.

• Manchas rojas

Si quien experimenta la enfermedad ha empezado a presentar manchas rojas que además no desaparecen al hacer presión sobre ellas. Este tipo de manchas podrían indicar una enfermedad más grave.

• Convulsiones

Aunque no es tan común que se generen convulsiones por fiebre, si este síntoma aparece, una vez que la convulsión haya pasado, será importante consultar con el especialista.

Normalmente la fiebre y las enfermedades que la ocasionan pasan sin complicaciones, sin embargo, en algunos casos puede complicarse o indicar afecciones más serias que deben dejarse en manos de los expertos.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.

La enfermedad de Crohn afecta principalmente al tubo digestivo, al tratarse de una afección crónica, es probable que pueda llegar a dañar la calidad de vida de quienes la padecen si no se le da la atención y los cuidados necesarios.

A continuación, hablaremos de las señales más características de esta enfermedad.

• Dolor abdominal

Uno de los síntomas más comunes de la enfermedad de Crohn es el dolor y las molestias abdominales, estos dolores pueden ser bastantes severos en algunos casos, por lo que llegan a requerir medicación.

• Falta de apetito

Cuando enfermamos del estómago, es normal que no sintamos ganas de ingerir alimento, al menos durante unas horas o un par de días, sin embargo, una vez pasada la enfermedad, lo común es que el apetito vuelva y se renueve la alimentación que normalmente se acostumbra. En el caso de la enfermedad de Crohn que cursa con dolor frecuente, es posible que el apetito se vaya perdiendo y que la persona ingiera alimentos estrictamente cuando en verdad los necesita, de hecho, esta es una de las razones por las que los pacientes con Crohn suelen perder mucho peso.

• Cansancio

Al no recibir los alimentos necesarios que aporten vitaminas, minerales y energía al cuerpo, quienes padecen Crohn llegan a sentirse constantemente cansados a pesar de haber dormido bien.

• Diarrea

Otra de las señales que se presentan en esta enfermedad es la diarrea, misma que puede estar acompañada de sangrado.

• Fiebre

La fiebre es otro de los síntomas que se suman a esta afección, misma que en algunos casos es persistente y complica la situación del paciente.

Es importante saber, que aunque algunos pacientes pueden sobrellevar la enfermedad y controlar los síntomas, hay quienes llegan a desarrollar complicaciones que pueden poner en peligro su vida, por lo que siempre es importante mantener un buen control y avisar al médico tratante sobre cualquier cambio.

El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.