El asma es una afección que sufren día a día cientos de personas en el mundo, entre los síntomas principales se encuentran la tos, dificultad para respirar y sibilancias o ruidos al respirar, sin embargo, hay que tener en cuenta que cada persona puede experimentar dichas señales de diferentes maneras, por lo que se debe tener un control médico personalizado.
A lo largo de este artículo, hablaremos sobre los mitos y realidades en torno a este tema.
Mito. Quienes tienen asma no deben realizar actividad física.
Realidad. Con el control adecuado, permiso y seguimiento por parte del médico tratante, muchas personas asmáticas han conseguido llevar a cabo algún deporte sin que esto resulte perjudicial para ellos, sin embargo, es importante recordar que cada organismo es diferente.
Mito. Si la tos se da sólo en la noche entonces no es asma.
Realidad. Aunque lo mejor es que un médico confirme el diagnóstico de asma, se debe tener en cuenta que los síntomas comunes en las personas con esta afección son tos, sibilancias y dificultad respiratoria que durante la noche se hacen presentes o son más severos que en el día.
Mito. Si con el tratamiento del asma los síntomas desaparecen se puede suspender la medicación.
Realidad. Nunca es recomendable suspender un tratamiento a menos que el médico lo indique. El hecho de que los síntomas lleguen a desaparecer seguramente se debe a dicho tratamiento.
Mito. No se puede tener una vida normal si se padece asma
Realidad. Con un control médico adecuado las personas asmáticas pueden tener la capacidad de vivir de manera normal.
Mito. Las mujeres con asma que se embarazan deben suspender su tratamiento.
Realidad. Se debe consultar con el médico tratante qué medicamentos son seguros para la madre y el bebé. Suspender por completo el tratamiento puede ser peligroso.
Como podemos ver, existen muchos mitos alrededor de esta afección. Es importante recordar que cada persona asmática vive el padecimiento de diferente manera, por lo que no es la mejor opción dejarse llevar por experiencias ajenas, lo recomendable es siempre visitar al médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado según las características y síntomas de cada paciente.
El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.