La hipertensión, es un padecimiento que debe tomarse con seriedad, ya que a la larga, puede poner en riesgo la vida de quienes la padecen si no se controla de manera adecuada. Es por eso que en esta ocasión, queremos hablarles sobre algunos de los mitos que giran en torno a este tema.
Mito. El sangrado nasal es consecuencia de una subida en la presión arterial
Realidad. Más del 90% de los sangrados nasales se dan por la delicadeza de las venas que se encuentran presentes en la nariz, y solo en raras ocasiones dicho sangrado puede deberse a la hipertensión.
Mito. La hipertensión es causada por los nervios y el estrés
Realidad. Si bien es cierto que es importante tomarse las cosas con calma y evitar el estrés y la ansiedad, que en cierta medida podrían hacer que la presión arterial se eleve de momento, estas afecciones no causan como tal la hipertensión. Es precisamente por esto que no se recomienda hacer medidas de presión arterial luego de haber experimentado alguna situación de estrés ya que esto eleva los niveles, mismos que en pocos minutos regresan a la normalidad.
Mito. El dolor de cabeza se asocia a la hipertensión
Realidad. Antes que un dolor de cabeza pueda ser signo de hipertensión, puede deberse a muchas otras causas, por lo que muy probablemente, una cefalea no sea un signo de hipertensión. Es importante recordar, que una de las razones que hace peligroso este padecimiento es que por lo regular no presenta síntomas, es por eso que se le conoce también como la enfermedad silenciosa.
Mito. La presión arterial debe ser igual en todo momento
Realidad. La presión cambia constantemente a lo largo del día al realizar gran cantidad de actividades, sin embargo, aunque fluctúe, lo más adecuado es que los valores se encuentren dentro de los parámetros normales.
Conocer la realidad con respecto a los mitos de la hipertensión, es importante para prevenirla y cuidarse. Lo más importante es revisar la presión regularmente.
La información aquí plasmada, es meramente informativa, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.