Una de las mayores preocupaciones de los padres, especialmente cuando son primerizos, es la fiebre de sus hijos, especialmente cuando tienen tan solo unos meses de nacidos. Es importante recordar, que si bien la temperatura elevada es una respuesta natural del organismo cuando se encuentra combatiendo con virus o bacterias, lo más adecuado es que siempre sea examinada por un médico, o bien, un pediatra tratándose de bebés y niños.
Sin embargo, también es esencial, llevar un control sobre los grados que presenta el pequeño, tanto para poder informar al doctor, como para saber si se encuentra muy elevada y buscar atención urgente.
A continuación, hablaremos sobre algunas recomendaciones y puntos a tomar en cuenta a la hora de tomar la temperatura en bebés.
- Termómetro
En la actualidad, se encuentran disponibles muchos tipos de termómetros, es indispensable elegir aquel que resulte el más adecuado. En el caso de los bebés, lo mejor es optar por uno que arroje un resultado confiable en pocos segundos, ya que es difícil lograr que permanezcan inmóviles, lo que algunos termómetros requieren para poder brindar una cifra real. De igual manera resulta indispensable que dichos aparatos se encuentren calibrados a la hora de ser utilizados.
- ¿Dónde debe tomarse la temperatura?
La temperatura axilar y la que es tomada en la frente en caso de contar con algún termómetro digital correctamente calibrado, pueden ser las mejores alternativas para los bebés.
- ¿Tiene fiebre o no?
La temperatura normal del cuerpo puede ir desde los 36.5 hasta los 37.5 grados en algunos casos, sin embargo, para algunos, 37.5 ya puede estar indicando una febrícula. Si el termómetro marca 38 grados o más, no cabe duda que hay fiebre, por lo que en este caso, el bebé debe ser atendido lo antes posible.
- ¿Cuándo tomarla?
Cuando la temperatura empieza a elevarse debido a un virus o bacteria, otros síntomas se hacen presentes. En el caso de los bebés, es normal que se muestren irritables, cansados y que no tengan la energía ni actividad de un día normal, en otras ocasiones, la temperatura alta es evidente con solo besar al bebé. Ante cualquiera de estas señales o sospecha de fiebre o enfermedad, se debe tomar la temperatura. Es importante que al momento de tomarla el bebé no se encuentre arropado en exceso, ya que esto podría alterar el resultado.
Teniendo en cuenta cada uno de estos aspectos, se puede tener un panorama más amplio sobre la mejor forma de tomar la temperatura a un bebé.
El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.
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