Durante el embarazo ocurren cambios que afectan a la mujer. Estos cambios van dirigidos a la creación de un sistema maternofetal y de un ambiente que favorezca los mejores desenlaces del ciclo reproductivo, con una madre que se mantenga sana, un recién nacido de término sano, un embarazo y parto sin complicaciones y posteriormente un periodo de lactancia exitoso. Entre los cambios que se dan durante el ciclo reproductivo es el incremento en la cantidad y distribución del agua corporal; y por ende el aumento en el requerimiento del consumo de agua. La cantidad de agua que se va incorporando durante el embarazo es variable, puede ir de 4 a 8 L aproximadamente.
Algunas de las consecuencias que puede tener una hidratación inadecuada durante el embarazo son:
- Problemas de constipación y la formación de hemorroides.
- Reducción o aumento de los volúmenes de orina, que incrementan el riesgo de infecciones de vías urinaria.
- Disminución en la producción de líquido amniótico, que puede poner en riesgo al bebé.
Consejos prácticos para la hidratación en el embarazo
- Mantener un adecuado estado de hidratación es importante, para disminuir el riesgo de complicaciones durante el embarazo.
- El agua simple potable puede satisfacer las necesidades de líquidos de las embarazadas. Sin embargo, el consumo de otro tipo de bebidas puede ayudar a satisfacer tanto las necesidades de líquidos, como las preferencias individuales, no debe de olvidarse que los alimentos también proporcionan agua.
- La leche es buena fuente de agua y de calcio, este último, es importante para la formación y mineralización de los dientes y el esqueleto del bebé. Se recomienda que la leche que se consuma sea semidescremada o descremada.
- Durante el embarazo se sugiere que el consumo de bebidas con cafeína sea reducido, ya que ésta, puede cruzar la barrera placentaria y el feto tendrá una capacidad limitada para metabolizarla y eliminarla por lo que lo hará muy lentamente. Así, la recomendación que se ha generado indica que un consumo de 300 mg/día (2 tazas de café) o menos de cafeína no implica ningún riesgo para la salud del bebé o de la madre.
- Las bebidas con edulcorantes no calóricos (ENC) pueden ser consumidas durante el embarazo y la lactancia. La Agencia de Alimentos y Medicamentos de EUA (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado el uso de aspartame (edulcorante sintético sin calorías, contiene fenilalanina), acesulfame–K, neotame, sucralosa y a la estevia y sus derivados ya que se consideran seguros durante el embarazo.
(Con información de la Federación Mexicana de Diabetes)