La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso que ocasiona episodios o crisis por una actividad anormal o excesiva de las neuronas. A pesar de que algunas personas cuentan con conocidos, o inclusive familiares que viven con esta afección, aún hay mucho que se desconoce y existen mitos variados alrededor de este tema, de los cuales hablaremos a continuación.
Mito. Las luces intermitentes ocasionan convulsiones a todas las personas que padecen de epilepsia.
Realidad. Se cree que únicamente alrededor del 3% de las personas con epilepsia son sensibles a este tipo de luces y les ocasionan convulsiones.
Mito. La epilepsia es una condición rara y afecta a muy pocas personas.
Realidad. La epilepsia puede afectar a personas de cualquier edad y situación económica. Por otra parte, esta condición es uno de los trastornos neurológicos más comunes, y afecta aproximadamente a 50 millones de personas alrededor del mundo.
Mito. Una crisis epiléptica puede ser tan fuerte que la persona puede llegar a tragar su lengua.
Realidad. Esto no es posible, ya que cuando ocurren las convulsiones, los músculos se contraen, así también los respiratorios, sin embargo, si es posible que lleguen a morder su lengua con mucha fuerza.
Mito. Quienes viven con epilepsia no son capaces de realizar las mismas cosas que otras personas.
Realidad. Aunque se recomienda que estas personas no realicen ciertas funciones como maniobrar algún tipo de transporte o maquinaria peligrosa, muchos de estos pacientes pueden llevar a cabo su vida de manera normal.
Mito. No existe tratamiento para la epilepsia.
Realidad. Solo un médico especialista puede indicar cuál es el mejor tratamiento para la epilepsia según el caso particular de cada paciente.
Mito. La epilepsia puede contagiarse.
Realidad. De ninguna manera la epilepsia puede llegar a contagiarse, se trata más bien de factores médicos como golpes importantes en la cabeza, causas genéticas, tumores en el cerebro, drogas, entre otros.
Como podemos ver, hay mucho que saber sobre este tema, lo mejor es mantenerse bien informados y no dejarse llevar únicamente por mitos, sino conocer a fondo cada caso, así como la enfermedad.
El texto aquí plasmado es meramente informativo, cuando se tratan cuestiones de salud, es indispensable buscar atención médica profesional.