Las personas con sobrepeso tienen un riesgo mayor de desarrollar hipertensión arterial que aquellas que se encuentran en su peso adecuado. El sobrepeso puede provocar problemas cardiovasculares, diabetes e hipertensión o agravar otras patologías.
Lo mejor siempre es acudir con un especialista en nutrición atender los problemas de peso de manera controlada y saludable gracias a un plan nutricional personalizado, pero también es posible seguir nuestras reglas personales.
- Deshazte de la comida chatarra, dulces, repostería industrial, comida rápida, productos refinados o procesados.
- Evita alimentos empanizados, empanados, estofados, etcétera.
- Come verduras, frutas, cereales, frutos secos, productos integrales, yogur y lácteos descremados.
- Consume alimentos de “consistencia dura” que reducen la sensación de ansiedad o de estómago vacío como ensalada de verduras crudas, apio, alcachofas, zanahoria, etc.
- Consume pescado o pechuga de pollo tres o cuatro veces por semana.
- Evitar “atracones” haciendo cinco comidas diarias, y cena liviano.
- Utiliza aceite de oliva, tres cucharadas diarias.
- Bebe dos litros de agua al día. Disminuye las bebidas alcohólicas a no más de 1 copa de vino al día.
- Modera el consumo de alimentos precocinados y salsas.
- Disminuye azúcar, mermelada, miel… utilizando preferentemente sustitutos.
Con información de la Dra. María Jesús de la Nava, Directora de la Unidad de Obesidad y Nutrición